Día 22 de abril de 2020. En el blog del Centro de Atención Primaria (CAP) Turó, del barrio del Turó de la Peira, se publica la siguiente información: “Desgraciadamente, durante un tiempo, el servicio de Pediatría de nuestro centro permanecerá cerrado. Mientras tanto, los niños que lo necesiten serán atendidos en el servicio de Pediatría del CAP Río de Janeiro (avenida Río de Janeiro, 83-91). Para cualquier duda, llamen al teléfono del CAP Turó”.
Día 25 de octubre de 2023. Más de trescientos vecinos y vecinas, según los organizadores, se manifiestan por el barrio al grito de “¡Pediatría al Turó!”, porque ya han pasado tres años desde el cierre de este servicio y lo que iba a ser una medida temporal, fruto de circunstancias excepcionales, parece haberse convertido en definitiva.
“El Turó es el segundo barrio del distrito de Nou Barris con mayor población pediátrica -explica Inés Navarro, presidenta de la Asociación Vecinal del Turó de la Peira- y, sin embargo, es el único donde no hay servicio de Pediatría”. “Estamos hablando -denuncia- de más de 3.000 niños que se han quedado sin este tipo de atención médica”. Una realidad que está causando enormes perjuicios, pues la única alternativa para las familias es acudir al CAP Río de Janeiro, en la Prosperitat, un centro alejado y con mala combinación en transporte público. El único medio para llegar es el bus de barrio -línea 132-, que tarda entre 20 y 30 minutos y que tiene frecuencias de paso nada menos que de 20 minutos. Pero es que, además, no deja a los usuarios en la puerta del CAP, sino que desde la parada aún hay que andar entre 5 y 10 minutos. “Llevar a un niño con cuarenta de fiebre en estas condiciones no es de recibo”, sentencia Navarro.
La situación ya está provocando fenómenos como el aumento de la automedicación y la saturación de los hospitales, tal como confesaba un padre en el programa Els Matins de TV3: “Si tu hijo se siente mal, no vas a pasar por semejante calvario, así que te vas directamente a Urgencias. Sabemos que con ello estamos saturando este servicio hospitalario, pero… ¿qué vas a hacer?”.
Debate en las redes sociales
Y sin embargo, el cierre tiene sus defensores. El pasado 8 de octubre, en la cuenta de X -antiguo Twitter- del movimiento vecinal surgido para reivindicar la vuelta de los pediatras, Teresa Garzón, que se identificaba como “MF [Médico de Familia] del Turó”, afirmaba que, “precisamente porque hay que valorar la calidad de la asistencia, que pediatría vuelva al Turó es un gran error. Siempre será mejor una unidad pediátrica como la que ahora se ofrece en el CAP de Río. Turó no tiene ni la infraestructura ni el personal”. Se genera entones un intenso debate, siempre con la misma dinámica: una profesional de la medicina que apela a la “realidad” -el ambulatorio no cuenta con medios suficientes y, por tanto, el traslado a un CAP más lejano es un mal menor necesario- y unos vecinos que cuestionan esta versión y reivindican el restablecimiento del servicio. Al final, Oriol Dela -otro usuario de X- zanjaba así el asunto: “Hola, Teresa, gracias por opinar. Qué lástima que no debatiéramos antes de que mintierais a todas las usuarias [y adjunta la noticia que anunciaba en 2020 el cierre del servicio]. Cansadas de paternalismo y corporativismo en un tema en que deberíamos ir juntas”.
Oriol Dela es, en realidad, el nick de Oriol de la Villa, miembro de la plataforma Recuperem Pediatri al Turó, que impulsa la lucha vecinal por la recuperación de los pediatras. Quedamos frente al ambulatorio, y acude con Gladys Ochoa, también activista. De la Villa explica su respuesta a Garzón: “Hablo de paternalismo en cuanto a la concepción de la calidad del servicio, no tanto por temas meramente médicos”. Y lo ejemplifica: “El estamento médico se enfada cuando vas al pediatra por miedo, pero, si no vas, también se enfada. Y ahora, como familias contrarias a todas estas medidas, te riñen porque no comulgamos con ellas. Los padres no somos tontos, sabemos qué significa la calidad de la atención médica para nuestros hijos”.
“La Administración -continúa De la Villa- puede demostrarte estadísticamente que, a corto plazo, se está garantizando el servicio médico a los niños. Pero lo que no se garantiza es la calidad que se ofrecía antes de la eliminación de la Pediatría del CAP del Turó. Una calidad basada en valores a largo plazo e intangibles, puesto que no se pueden cuantificar, como que un niño necesita un profesional médico próximo y de confianza. Y que, además, sea el mismo desde los cero años hasta que pasa al médico de cabecera de adultos. Una continuidad que se denomina longitudinalidad”. Y remacha: “Esto es precisamente lo que se carga este nuevo modelo”. Un modelo que Ochoa no duda en calificar de “neoliberal”: “Es un modelo general, que pretenden aplicar no sólo a la sanidad, sino a toda la Administración, y que consiste básicamente en recortar todo lo que sea público. El fin último es empujar a la población al sector privado”.
“De momento, los médicos están centrados en su problemática laboral, que me parece legítima. Pero lo que yo digo es que deberíamos tener una mirada más amplia, de clase social”, lamenta De la Villa. Una clase social a la que, poco a poco, se va despojando de lo que un día fue un servicio público de calidad y que, además, no puede permitirse el lujo de pagar una sanidad privada. En definitiva: usted y yo.
Clam per una pediatria de proximitat
El passat 19 de desembre, un conjunt d’entitats socials i veïnals de Catalunya -entre les quals la Favb- van fer públic un manifest dirigit al conseller de Salut, Manel Balcells, reclamant-li el manteniment de l’atenció sanitària a joves i infants als Centres d’Atenció Primària (CAP) de barris i pobles. Així donaven resposta a la presentació del nou model d’atenció pediàtrica del Departament, en la qual es va anunciar la concentració del servei en
79 punts del territori. Redacció