Pregunta 1: “¿Que de qué patria me siento? No lo sé, no sabría qué contestar. Perú no es solo el lugar de mis orígenes, es mi comunidad, mi historia”.
Pregunta 2: “¿Que de dónde soy? Soy española hija de padres peruanos. Me siento orgullosa de mis dos nacionalidades. Y soy catalana, el catalán es mi segunda lengua”.
El corazón partío de Mireia Fernández (Barcelona, 1998) se debate entre el blanco y el negro, como en el videoclip Black or White, de Michael Jackson (It don’t matter if you’re black or white [no importa si eres negro o blanco]). Ordenada. Metódica. Correcta. Familiar. Disciplinada. La habitación de Mireia, en el piso del Eixample en el que vive con sus padres, adquiere los rasgos que la definen. “Hago lo que se debe hacer y no me salgo del camino. Por eso estudié Derecho”.
Vestida de rosa cachemira, trabaja en el ámbito del derecho público -en las licitaciones, las expropiaciones y el macrourbanismo-, en Gassiot Advocats & Property, en la calle Mallorca. Desde octubre de 2022 ocupa la secretaría general del Centro Peruano en Barcelona, que cuenta con unos novecientos socios.
¿Cómo es la habitación de Mireia?
Sobre la cama, un peluche llama, el animal de carga de los Andes. “Mi madre, Soledad, llegó a Barcelona el 30 de marzo de 1983. Me acuerdo del día porque coincide con el de mi cumpleaños. Luego vendría mi padre, Miguel Ángel. Se conocieron en Barcelona. Me tuvieron a mí y a mi hermano, Àngel Joan”. Aunque solo ha visitado una vez en su vida el Perú de sus ancestros -Lima, Cuzco, Iquitos, Trujillo-, Mireia siente una sincera fascinación por lo que representa la república de los pueblos incas. It’s black, it’s white [es blanco, es negro]
En el mueble, una sevillana, con su traje de faralaes de rojo carmesí, con sus ojos negros, “luceros que alumbran”, según la copla de Concha Piquer. It’s black, it’s white.
La bandera peruana con el escudo nacional: la vicuña, el árbol de la quina y la cornucopia de monedas de oro. It’s black, it’s white.
La bandera española, con el castillo almenado, el león rampante y la granada. It’s black, it’s white.
Colgada en la pared, la camiseta del portero de la Selección de fútbol de Perú, Pedro Gallese -dorsal número 1-. “Nos ha salvado de muchas, aunque no hemos conseguido clasificarnos para el Mundial”, se apena. Gallese le firmó la camiseta después de la celebración del partido entre Perú y Nueva Zelanda, celebrado el 5 de junio pasado en el RCDE Stadium -ganó Perú por 1-0-. It’s black, it’s white.
Colgada de una percha, la camiseta de la Selección de fútbol de España, con la estrella de cinco puntas como ganadores de una Copa Mundial de Fútbol. “También se puede decir que soy del Barça, y mi jugador favorito es Gavi, por su entrega incondicional”, suspira. It’s black, it’s white.
En el antebrazo derecho, Mireia se ha tatuado la bandera de Perú. La piel rosácea podría pasar por el océano Pacífico que le hace frontera. “Así llevo Perú siempre conmigo”, lo acaricia. It’s black, it’s white.
En el brazo izquierdo, nada. En el tobillo, el nombre de su hermano, Àngel Joan -“mi madre nos repite que los amigos pasarán, pero que los hermanos siempre se tendrán el uno al otro”-. It’s black, it’s white.
Le gusta la música criolla, en especial la canción del compositor Luis Abanto Morales Cholo soy: “Cholo soy y no me compadezcas. / Déjame en la puna, vivir a mis anchas, / trepar por los cerros detrás de mis cabras”. De pequeña, su abuelo materno le cantaba canciones criollas como si fueran una nana. It’s black, it’s white.
Por simpatía con su padre, devota de la Virgen de la Otuzco (Trujillo), “madre de la misericordia y de la esperanza”. It’s black, it’s white.
Por simpatía con su madre, devota de la Moreneta, la virgen de acá. It’s black, it’s white.
“Celebro dos días de la madre y dos días del padre, el de Perú y el de España, que no coinciden en las fechas”, dice. It’s black, it’s white.
“Celebro las fiestas nacionales catalanas como Sant Jordi, el día de la Mona y Sant Esteve, aunque en Nochebuena siempre comemos pavo, como en el Perú”, dice. It’s black, it’s white.
“El turrón de Doña Pepa lo compramos en octubre, que es el mes para venerar al Señor de los Milagros, el Cristo morado”, dice. It’s black, it’s white.
“Tengo una cobaya como mascota [en Perú, cuy]. La llamo Juárez, por la película de Disney G-Force: licencia para espiar [2009], en la que los protagonistas son cobayas”, dice. It’s black, it’s white.
“En esto no sigo la tradición de Perú: allí las cobayas son un plato típico de la gastronomía”, dice. “Soy un mix, de aquí y de allí”, sostiene la barcelonesa Mireia Fernández. Paladea los camotes como paladea los boniatos, porque lo mismo son. “Mi madre me dice que no he nacido en Perú, pero como si allí hubiera nacido”.
Where your blood comes from / Is where your space is [De donde viene tu sangre / es donde está tu espacio].
* Entrevista de la sèrie ‘Habitacions múltiple4s’. A les habitacions múltiples hi caben més identitats. Els migrants van venir de molt lluny, als pisos reformats o sense reformar, en bon o en mal estat. Ells ja s’han establert, ja som nosaltres. ‘Vellvinguts’.